La oficina de cobro de multas ya no es aquel lugar angosto donde costaba sentir como centro laboral. Aunque los resultados de sus trabajadores han sido de excelencia, el local de los mismos tenía un sinnúmero de dificultades que poco a poco se le han dado solución.
Con un presupuesto de un millón quinientos mil doscientos pesos se logró que a esta fecha la oficina de cobras de multa obtuvo la reparación de los juegos de muebles, se colocó la verja a la caja, se reparó la totalidad de la cubierta de la placa que presentaba filtraciones derrumbando incluso la parte trasera, se hizo el portal, una meseta, se reparó el baño, se reparó toda la carpintería incluyendo buró y archivo, se adquirió una turbina y un tanque elevado.
Un cambio total que hace más plácida la estancia de sus trabajadores y que espera sea un incentivo más para cubrir las plazas que hoy están disponibles.
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